Te lo cuento otra vez (nueva edición)

Esta es la sencilla historia del capricho culinario y exagerado de una princesa, "el pastel más grande del mundo", que el desesperado cocinero real intenta satisfacer. Pero el libro es más que el texto que constituye la narración de la anécdota: se trata, en verdad, de un dispositivo que genera historias, que requiere de una lectura activa y de una escritura de los lectores que responda a su desafío y lo expanda en más y más historias.

Recuerdo que escribí el volumen entero en un cuaderno de tapas verdes, que llevé por las dudas, a unas vacaciones en Córdoba. Allí mismo, bajo el influjo del aire serrano, me desperté un día con la idea, y empecé las primeras versiones y reversiones . Me levantaba muy temprano y me instalaba con el mate en el porche de la cabaña donde parábamos, mientras mi familia dormía todavía. Y, como el cocinero de la historia, tuve que mantener a raya con pedazos de galleta marinera a los pajaritos del lugar, que se acercaban para verme.
Si me pongo a pensar, este libro había nacido unos años atrás, cuando mi hija más grande iba al jardín de infantes y me pedía todas las noches que le contara su cuento favorito, el de Caperucita. Creo que ella quería, más que repetir el gusto por la historia, alargar el mayor tiempo posible ese momento en que las palabras nos mantenían, tan próximas, tan íntimas...
Por mi parte, un poco para no dormirme en la mitad del cuento, con tanta repetición, y otro poco, para ver si mi hija me estaba prestando atención, cada noche, empecé a cambiar alguna partecita o detalle (o Caperucita se quedaba dormida y el cuento no arrancaba , o en vez de encontrarse con el Lobo se le aparecía un dragón, o Caperucita salía al bosque el día de su cumpleaños y todos los animalitos le preparaban una fiesta sorpresa, en fin...).
Al principio, Carolina se enojó con estos cambios: ella quería todas las noches exactamente la misma historia. Pero con el tiempo, empezó a esperar las variantes y cuando nos preparábamos para dormir me preguntaba ansiosa, "¿Y hoy qué va a pasar?"
Supongo que esto es algo que nos sucede a todos: nos da seguridad caminar tranquilos por la misma vereda conocida, pero cada tanto, ¿a quién no le atrae la idea de encontrarse en las baldosas de siempre, con un tierno gatito para adoptar o un cofre de tesoro pirata?
Así que cuando leí por primera vez el libro de Raymond Queneau, Ejercicios de estilo, y vi que él había puesto por escrito esta idea de las variaciones sobre una misma base, inspiradas a su vez, en las variaciones musicales de El arte de la fuga de Johann Sebastian Bach, me puse a preparar este libro, que es también una prueba y un ensayo. ¿Cuál? El de hacer "de goma" un cuento, un simple cuentito, y ver cuántos cambios resiste. Y me quedé corta porque hice más de veinte variaciones pero podía haber seguido, si no me paraban los editores: "Los que no te van a aguantar son los lectores", me dijeron. Yo no les creí mucho porque conozco la inteligencia y gran paciencia de los míos. Pero igual paré, con el secreto propósito de que sean ustedes los que sigan y me ofrezcan, me envíen, me sienten a escuchar los nuevos, inesperados giros que todavía puede dar esta historia.

Te lo cuento otra vez. A-Z Editora (Buenos Aires, 2024). Ilustraciones: Rodrigo Folgueira.

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